18.5.09

Hallan en el ARN nuevas pistas sobre el origen de la vida en la Tierra

EL MUNDO 13/05/2009
La ciencia continúa en su intento de dar respuesta a los misterios de los orígenes de la vida sobre la Tierra. Esta vez, un grupo de químicos cree haber dado con nuevas pistas sobre la aparición de las primeras moléculas como almacenes de información genética. Sus hallazgos aparecen publicados en la revista británica Nature.
En los mamíferos, los peces o las bacterias, la información genética se almacena en el ADN (acido desoxirribonucleico). Por su parte, el ARN (ácido ribonucleico) desempeña un papel activo para traducir esta información y permitir la síntesis de moléculas activas en el organismo.
Sin embargo, a veces la propia información genética se almacena en forma de ARN. Es el caso de los virus. Siendo el ARN más robusto que el ADN, los científicos han formulado la hipótesis según la cual "un mundo de ARN" precedió al actual, en el que el ADN domina las formas de vida. Como su primo el ADN, el ARN asocia tres tipos de moléculas: un azúcar, un grupo fosfato y una base que vehicula la información genética.
La idea más extendida entre la comunidad científica establece que estos tres tipos de moléculas debieron aparecer de forma separada en la Tierra promigenia. Pero lo que los químicos no han llegado a entender es cómo esas moléculas pudieron asociarse para constituir el ARN.
A través de trabajos de síntesis química en laboratorio, John Sutherland, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), y colegas han descubierto una posible pista de cómo el ARN pudo aparecer sin la ayuda de enzimas, gracias a los rayos ultravioletas y al fosfato.
Los investigadores utilizaron moléculas presentes en la Tierra primitiva y provocaron reacciones químicas en modelos de ambientes geológicos como los que existieron en tiempos remotos.
En la misma revista, un segundo estudio recalca cómo el ARN, tradicional fuente de interés para explicar el origen de la vida, es buscado por los científicos en las profundidades oceánicas. El equipo de Edward DeLong, del MIT (EEUU), ha catalogado ya distintos y "pequeños" ARN directamente del plancton.

20.4.09

Descubren bacterias que viven sin luz ni oxígeno bajo el hielo de la Antártida


EL MUNDO 17/04/2009

Gustavo Catalán Deus


Un insólito ecosistema donde viven bacterias pese a no haber oxígeno, en completa oscuridad, a 10ºC bajo cero y en un agua con cuatro veces mayor salinidad que la del mar, ha sido descubierto en un lago subterráneo bajo un glaciar, en la Antártida. Este prístino hábitat funciona como un perfecto mecanismo biológico desde hace nada menos que entre 1,5 y cuatro millones de años.
Investigadores de las universidades de Harvard y Cambridge publican hoy en Science su hallazgo. El lugar, denominado Cataratas de sangre por el agua de alta coloración roja procedente de la oxidación que fluye por debajo del glaciar, ya había llamado la atención de los primeros exploradores antárticos en 1911, el año que se descubrió el Polo Sur. Ellos lo atribuyeron a unas algas rojas que suponían debían vivir bajo el hielo.
Pero una casualidad ha permitido descubrir el porqué de ese llamativo color rojo sobre el manto blanco del hielo. Mientras una investigadora permanecía junto al lugar justo el día oportuno, hubo un flujo de la salmuera subglacial recién filtrada que permitió tomar las primeras muestras y realizar los análisis que habían estado intentando durante años.
El primer resultado del laboratorio hizo exclamar a los científicos el célebre ¡eureka! que acompaña los descubrimientos: el agua no contenía oxígeno. Además, era rica en sulfuro, propio de los ambientes marinos y con una concentración salina cuatro veces mayor que la de los océanos.
Eso dio pistas sobre su origen oceánico y la edad: entre 1,4 y cuatro millones de años, cuando gran parte de la Tierra estaba cubierta de hielo y el agua marina quedó atrapada bajo los glaciares en un lago de unos cuatro kilómetros de largo por 400 metros de ancho, que no está congelado debido a su elevada salinidad.


Ecosistema asombroso


Pero lo realmente sorprendente es que los microbios que vivían entonces han seguido reproduciéndose y es el hogar de esos seres que han vivido ahí durante millones de años, aportando un ejemplo asombroso de cómo un sistema microbiano puede sobrevivir durante un periodo prolongado sin fotosíntesis o nutrientes de una fuente externa.
El lago está situado en el Valle Seco de McMurdo, al este de la Antártida, bajo un glaciar de 1,5 kilómetros de espesor. Según Jill A. Micucki y su equipo de investigación, el agua que contiene es anóxica, extremadamente salina, y repleta de hierro.
También contiene sulfato, una fuente de energía común para microbios, pero curiosamente poco del sulfuro que generalmente se esperaría si los microbios estuvieran metabolizando el sulfato mediante su reducción a sulfuro.
Basándose en los isótopos de oxígeno en el sulfato y la evidencia de una enzima llamada adenosina 5 fosfosulfatoreductasa, los autores concluyen que los microbios están de hecho reduciendo el sulfato pero que lo están haciendo a través de un metabolismo hierro-sulfuro interconectado, el cual utiliza hierro de la base de sustrato rocoso del lago.
Los descubridores del nuevo hábitat proponen que los sistemas microbianos similares a este pueden haber existido durante los episodios de la llamada Tierra bola de nieve, cuando el planeta podría haber estado cubierto casi por completo de hielo.
Yendo mucho más allá, este ecosistema aislado durante millones de años podría explicar la existencia de vida en otros planetas de nuestro sistema solar. Formas primitivas de vida como es el caso, es lo que vienen buscando desde hace décadas los científicos de la NASA en Marte, y en la luna Europa de Júpiter.

6.3.09

Las selvas tropicales absorben más CO2 del que se pensaba

EL MUNDO 06/03/2009

A quienes buscan una solución al cambio climático la naturaleza le ofrece una que está inventada y que sale gratis: los árboles. Un estudio publicado en la revista científica 'Nature' prueba que los bosques tropicales son un almacén de CO2 más eficaz de lo que se creía.
En las últimas décadas, los gigantes de la selva están creciendo a un ritmo más rápido y también ha aumentado la cantidad de dióxido de carbono que sacan de la atmósfera. Como es sabido, las plantas toman CO2 del aire para crecer, incorporando el carbono (C) a sus tejidos y devolviendo el oxígeno (O). Esto hace que funcionen como lo que se llama un 'sumidero de carbono', pues ese elemento permanece fijado en forma de madera.
Lo que ha sorprendido a los investigadores es constatar que la fijación de carbono también ocurre en los bosques maduros, lo que solemos llamar selvas vírgenes. Durante tiempo se pensó que en los bosques maduros se daba un equilibrio en el intercambio de materiales. Los árboles jóvenes crecen más que los ancianos y en los bosques muy antiguos era tanto el carbono que se fijaba por el crecimiento como el que se liberaba al morir ejemplares.
Pero esta idea provenía de observaciones en áreas templadas. Al parecer, el trópico es distinto. Trabajos en las selvas de América y Asia habían demostrado que allí los bosques viejos capturan carbono con toda rapidez. Ahora, se ha probado que lo mismo ocurre en África.
Para verificarlo, los autores han medido periódicamente el crecimiento de 70.000 árboles situados en 79 áreas vírgenes de 10 países africanos. Las series de datos llegan a 40 años. De este modo, han constatado que los árboles de las selvas maduras atrapan cada año unas 0,6 toneladas de carbono por hectárea.
Simon Lewis, experto en clima de la Universidad de Leeds que ha dirigido el estudio, declaraba al diario The Guardian: «Estamos recibiendo un subsidio gratuito de la naturaleza. Los árboles tropicales están absorbiendo el 18% del CO2 proveniente de la quema de combustibles fósiles que el hombre añade a la atmósfera cada año, y están suavizando el ritmo del cambio climático».
Para Lewis, la cantidad de dióxido de carbono absorbida por las selvas tropicales vírgenes se eleva a 4.800 millones de toneladas anuales, que es la quinta parte de todas las emisiones producidas al quemar combustibles fósiles.
El cálculo proviene de multiplicar la superficie de selvas tropicales del mundo por el ratio de fijación tropical de C02 obtenido en el estudio. Es sólo una estimación, pero muestra la importancia de las selvas para el clima. Por ello los autores piden que los bosques sean tenidos en cuenta en los tratados internacionales sobre clima. El Protocolo de Kioto no tiene mecanismos para retribuir la conservación de las selvas, pese a que muchos países tropicales han pedido algún tipo de recompensa por hacerlo.
Diversas explicaciones
Lo que no tienen claro los investigadores es por qué los bosques tropicales están creciendo tanto. Una explicación sería que se benefician del aumento de CO2 atmosférico acelerando su metabolismo. En ese caso, la falta de otros nutrientes, como el el nitrógeno del suelo, podría hacer que el rápido crecimiento actual fuera un espejismo pasajero.
La otra posible solución es que los bosques que llamamos vírgenes no lo sean tanto y, en realidad, estén recuperándose de transformaciones naturales o artificiales de siglos pasados. Es decir, que aunque a simple vista parezcan venerables selvas intocadas, aún se comporten como jóvenes bosques que evolucionan rápido tras una alteración. Sea como sea, la cuestión es que la ciencia ha probado la función que desempeñan las selvas maduras para modular las alteraciones atmosféricas causadas por el hombre. Un motivo más para elegir muy bien qué madera usamos en nuestros muebles o nuestros parqués.
Las cifras del estudio
Se ha trabajado en 79 zonas de 10 países distintos de África: Gabón, Camerún, República Democrática del Congo, Tanzania, Ghana, Nigeria, Liberia, Uganda, República Centroafricana y Costa de Marfil.
El estudio se ha llevado a cabo midiendo el cambio de tamaño de hasta 70.000 árboles con diversas mediciones anuales de su perímetro. Se han manejado series de datos de 40 años.

14.2.09

Las citas que Darwin nunca dijo


AFP (Agencia France Presse). 12/02/2009

Charles Darwin, cuyo bicentenario se celebra este jueves, es citado con frecuencia, al punto de que numerosas frases utilizadas corrientemente, incluso por prestigiosas instituciones científicas, se le atribuyen erróneamente y son invenciones.
El naturalista británico que revolucionó la biología era un hombre prudente y se preocupaba por las repecusiones de sus obras. A eso se debe que utilizara un estilo lleno de rodeos que se prestaba poco a las frases impactantes, fáciles de recordar y populares.
"Las especies que sobreviven no son las especies más fuertes, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor a los cambios". La frase suena bien... pero no es de Darwin, aunque se le haya atribuido.
Sin embargo, está grabada en el mármol del vestíbulo de la Academia de Ciencias de California y figura actualmente en una exposición consagrada a la paleontología en la Ciudad de las Ciencias de París.
Otra cita falsa ha sido utilizada por el Museo de Historia Nacional de Londres, el templo del darwinismo, en la página en internet dedicada a la exposición de celebración del bicentenario de Darwin: "En la lucha por la superviviencia, los más aptos ganan a costa de sus rivales, porque consiguen adaptarse mejor a su entorno".
"Estas frases no aparecen en ningún lado en la obra de Darwin", asegura Patrick Tort, autor de numerosas obras sobre Darwin y el darwinismo que trabaja en el Museo Nacional de Historia Natural de París.
Lo más grave es que ciertas citas no sólo se atribuyen erróneamente a Darwin, sino que ni siquiera son fieles a su espíritu.
Porque las especies que tienen más posibilidades de sobrevivir no son las más reactivas a los cambios. "Son las más afortunadas, o aquellas que ya tienen las buenas características físicas para transmitir a la siguiente generación", explica el profesor.
Alertado por AFP, el responsable de prensa del museo londinense, Sam Roberts, respondió que "nuestro equipo de internet examina actualmente la fuente de la copia en cuestión para rectificar cualquier error de información", precisando que la cita ya había sido retirada de la Red.
"Darwin se presta a citas falsas porque todo el mundo a oído hablar de él, pero casi nadie le ha leído", justifica el especialista de Darwin y profesor en Cambridge, John van Wyhe.
Es sin duda el caso de la compañía regional Darwin Airline, con base en Suiza, que ha tomado por divisa "las especies que sobreviven no son las especies más fuertes ...".
"Sabemos adaptarnos, somos flexibles", explicó a AFP el adjunto al jefe de comunicación de la compañía, Vincento Cammaroto, para justificar el nombre de la aerolínea.
Cammaroto se mostró poco preocupado porque la divisa de la compañía fuera errónea y sí mostró mayor inquietud por la idea de que ciertos pasajeros relacionen a Darwin con el concepto de extinción.

El genoma humano y el de los chimpancés, algo más diferente

ABC 11/02/2009

Las diferencias entre el genoma humano y el de los chimpancés son diez veces mayores de lo que se creía, según un estudio de un equipo internacional de investigadores, que permitirá cuantificar mejor la separación entre especies y establecer el momento de la evolución en que ésta se produjo.
Los autores del estudio -que la revista Nature publicará esta semana en su número dedicado al 200 aniversario del nacimiento Darwin- explican que en la última década se había aceptado que las secuencias de ADN de hombres y chimpancés, los parientes vivos más cercanos de los humanos, sólo diferían un 1,24%. La investigación, en la que han participado dos científicos españoles del Instituto de Biología Evolutiva (IBE), demuestra que ese porcentaje es incorrecto y que puede ser hasta diez veces superior.
El investigador Tomàs Marquès-Bonet, del IBE, ha coordinado este equipo internacional, dirigido por Evan E. Eichler, de la Universidad de Washington (EEUU), junto a Arcadi Navarro (ICREA-IBE). Navarro ha recalcado que las diferencias detectadas ahora no son puntuales sino "elementos funcionales, genes completos que unas especies tienen y otras no".
La clave de este descubrimiento ha sido el estudio de las llamadas duplicaciones segmentales, fragmentos de ADN repetidos a lo largo del genoma, que hasta hace poco tiempo eran difíciles de distinguir por lo que no se tenían en cuenta, y se optaban por estudiar los genomas más fáciles de individualizar. "Se sabían que existían pero eran difíciles de estudiar, los científicos buscamos donde nuestro conocimiento y la tecnología permite", argumenta Navarro para explicar este giro en las investigaciones genómicas. Las diferencias detectadas ahora no son puntuales sino «elementos funcionales, genes completos que unas especies tienen y otras no»

Cuatro especies de primates
Ha sido el estudio de las duplicaciones de todo el genoma de cuatro especies de primates -macacos, orangutanes, chimpancés y humanos- lo que ha permitido este avance con el que se ha elaborado el primer catálogo específico de las regiones del genoma. Estas regiones ofrecen novedades evolutivas, equivalentes a los cambios que se dan en las diferentes ediciones de un mismo libro. Las diferencias son "radicales" en la biblioteca de cada especie: colecciones completas de libros que unos organismos tienen y otros no, es decir, únicas para cada especie.
Las duplicaciones segmentales son fragmentos del genoma que debido a mecanismos moleculares muy complejos, en determinados momentos de la evolución, se hicieron múltiples copias que se fueron insertando en diversos lugares del genoma. Como las duplicaciones pueden ser grandes, llegan a contener genes completos y sus copias, que en principio son idénticas y pueden irse "especializando" hasta hacerse diferentes unas de otras y realizar funciones exclusivas de la especie que los posee. Hace entre ocho y doce millones de años que se produjo la época con mayor número de duplicación de genes, justo antes de la separación de los linajes de humanos y chimpancésMarquès y Navarro explican que las duplicaciones predisponen al genoma a reorganizarse: construcciones diferentes con las mismas piezas, "como si se tratara de un Lego", lo que puede generar enfermedades del tipo del autismo o la esquizofrenia. No obstante, indican que la duplicación no es sinónimo de anomalía sino de variación, que puede ser favorecida por la selección natural o acabar resultando patológica.
Cuando nos separamos
Hace entre ocho y doce millones de años que se produjo la época con mayor número de duplicación de genes, justo antes de la separación de los linajes de humanos y chimpancés, ocurrida hace unos seis millones de años. Desde entonces, estos nuevos genes han adquirido características propias que separan evolutivamente al hombre y al chimpancé, y gracias a esta mutación los humanos lograron adaptarse a su entorno, un "océano de diferencias" donde hay que buscar los "genes de humanidad" que provocan también sus propias enfermedades. «No sabemos por qué no hay chimpancés con esclerosis múltiple, que es una enfermedad específica de los humanos»"Hay que estudiar a fondo estas diferencias, base genética de muchas características especie-específicas, y elementos interesantes desde el punto de vista humanístico y evolutivo: la capacidad que tenemos de resolver problemas, pero también de algunas patologías, ya que no sabemos por qué no hay chimpancés con esclerosis múltiple, que es una enfermedad específica de los humanos", afirma Navarro. El estudio permitirá también investigar cuáles son las regiones del genoma que difieren entre individuos de una misma especie y estudiar con detalle algunos casos concretos.

11.1.09

Nueva imagen del Blog


Hola a tod@s los lectores, ¡Feliz Año Darwin!. Como podéis leer en los dos últimos posts en 2009 se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin así como el 150 aniversario de la publicación de su obra "El Origen de las Especies".

Este hecho ha influido bastante en la decisión de cambiar algo el aspecto visual del blog, así como la creación de un logo propio para celebrar la efeméride. Espero que os guste. Saludos.

Por qué la teoría de la evolución aún es válida


PÚBLICO. 11/01/2009


En 2009 se celebran 200 años del nacimiento de Charles Darwin y 150 de ‘El origen de las especies’. ‘Nature’ recopila ejemplos de estudios recientes que muestran la validez de la evolución por selección natural


DANIEL MEDIAVILLA - Madrid - 10/01/2009 22:00


La mayoría de los biólogos considera un hecho que todas las formas de vida que se conocen son el fruto de una evolución por selección natural desarrollada durante miles de millones de años. La teoría, ideada por separado por los británicos Charles Darwin y Alfred Russell Wallace, ha acumulado evidencias que la fortalecen durante siglo y medio, pero aún existen grupos (en su mayoría, ajenos a la biología) que cuestionan su validez.
Con motivo del 200 aniversario del nacimiento de Darwin y con el fin de mostrar que la teoría de la evolución por selección natural es un principio validado empíricamente, la revista Nature ha recopilado 15 ejemplos publicados en la última década que sustentan la tesis.
Uno de estos ejemplos es el que hace referencia a los pinzones de las Galápagos, también conocidos como pinzones de Darwin (en la infografía). Cuando el científico llegó a las Galápagos a bordo del Beagle, observó que en las islas existían varias especies de pinzones con aspectos muy parecidos salvo por sus picos.
Cada tipo de pinzón lo tenía diferente en función de su dieta: los que vivían en el suelo lo tenían ancho, los que habitaban en zonas de cactus lo tenían alargado... Darwin planteó que todos tendrían un antepasado común que habría emigrado a la isla tiempo atrás. Después, por selección natural, habrían comenzado a aparecer las nuevas especies. Desde entonces, el caso de los pinzones se ha convertido en un ejemplo clásico para explicar la aparición de nuevas especies a partir de un tronco común como método de adaptación a los distintos nichos ecológicos.

Competencia que obliga a mejorar
La evolución es una carrera de armamentos. Si el depredador mejora su técnica de caza, la víctima potencial se verá obligada a mejorar sus cualidades elusivas. En 2007, investigadores belgas observaron una de estas competiciones: la que enfrenta a la pulga de agua con los parásitos que la infectan. Cada vez que la pulga lograba mejorar su respuesta a las infecciones, los parásitos mejoraban su capacidad para aprovecharse del organismo de los crustáceos.
Confirmando las predicciones teóricas, los parásitos lograron adaptarse a su huésped en un periodo de pocos años. Su capacidad para infectar a las pulgas cambiaba poco con el paso del tiempo, pero la virulencia y la aptitud del parásito se incrementó progresivamente, siendo siempre igualada por la capacidad de las pulgas para resistir.

Evolución acelerada
Investigadores británicos observaron que la variación genética de los carboneros de un bosque en Oxfordshire era distinta en diferentes partes de la espesura. Esta pauta de variación conducía a diferentes respuestas a la selección natural en distintas zonas del bosque.
El efecto se veía reforzado por la ‘dispersión no aleatoria’: pájaros individuales se seleccionan y se reproducen en diferentes hábitats para mejorar su adaptación. Los científicos observaron que cuando el flujo genético no es homogéneo, la diferenciación evolutiva puede producirse en periodos muy breves.

Dinosaurios emplumados
Una de las críticas iniciales a la teoría evolutiva era la ausencia de rasgos de transición que ilustrasen el paso de un grupo de animales a otro. Sin embargo, poco después de la publicación de ‘El origen de las especies’, se descubrió el primer fósil de ‘Archaeopteryx’, un animal que unía características de los reptiles, como los dientes, con las plumas propias de las aves.
Aunque ‘Archaeopteryx’ es considerado el primer ave conocida, muchos afirmaron que podía tratarse de un dinosaurio con plumas. Desde entonces, nuevos hallazgos han apuntalado la hipótesis de los dinosaurios plumíferos. El año pasado se anunció el hallazgo de ‘Epidexipteryx’, un pequeño dinosaurio de vistoso plumaje que podía serle útil en sus conquistas.

Los ancestros de las ballenas tenían pezuñas
Las ballenas llevan millones de años viviendo en los océanos, pero las evidencias recogidas por los investigadores muestran que, como mamíferos que son, su árbol genealógico surgió en tierra firme. Los abundantes fósiles de los primeros diez millones de años de evolución de las ballenas cuentan la historia de criaturas acuáticas como el ‘Ambulocetus’, con características que hoy en día sólo se encuentran en las ballenas y extremidades similares a las de los animales terrestres que son sus ancestros. Menos conocidos eran los animales terrestres que se encuentran en una etapa anterior del proceso evolutivo de estos cetáceos.
El ‘Indohyus’ era un animal con algunas características parecidas a las de vacas, ciervos u ovejas, que pasaba gran parte de su vida en el agua. Pese a tener muchas similitudes con las ballenas, su dieta era muy diferente. Esto sugiere que fue un cambio de dieta lo que les impulsó a instalarse definitivamente en el agua. El estudio de ‘Indohyus’, publicado en 2007 en ‘Nature’, demuestra que en el registro fósil existen potenciales especies de transición.

La selección no ofrece soluciones óptimas
La selección natural obliga a mejorar al material disponible, no produce soluciones óptimas. Por eso a los tetrápodos, cuando llegaron a la tierra, no les crecieron ruedas sino patas. Un caso de la adaptación del material disponible es el de la ‘Muraena retifera’.
Al ser demasiado estrecha y alargada, la cavidad de su boca es muy pequeña para succionar a sus presas a su interior, como hacen otros peces. Como solución, estos animales han desarrollado una segunda mandíbula que surge del interior de su boca y arrastra a sus presas para engullirlas.

Tiktaalik’, muestra de la transición del agua a la tierra
Los hallazgos de los últimos 20 años indican que los primeros tetrápodos desarrollaron sus patas cuando aún vivían en el agua. Hasta ahora los pioneros de la vida terrestre sólo se conocían por pequeños fragmentos fósiles mal conservados.
Descubrimientos recientes han permitido conocer a ‘Tiktaalik’, un depredador acuático con muchas similitudes con los tetrápodos, que muestra con claridad una fase esencial de la transición del agua-tierra.

2009: el año del 'padre' de la evolución

BICENTENARIO DE CHARLES DARWIN
El 12 de febrero se cumplen 200 años del nacimiento del naturalista británico
Dos grandes exposiciones y un sello conmemorarán su figura en el Reino Unido
También se celebran 150 años de la publicación de 'El Origen de las Especies'

EL MUNDO 08/01/2009
EDUARDO SUÁREZ
LONDRES.- El Reino Unido celebra desde hoy el
Año de Darwin con honores y sin rastros de acritud. Como si la jerarquía anglicana no hubiera escupido nunca sermones incendiarios contra la selección natural y los caricaturistas de los periódicos victorianos no hubieran ridiculizado al científico retratándolo como un mono peludo e iletrado.
Si no fuera por las connotaciones religiosas, se podría decir que Charles R. Darwin (1809-1882) ha terminado por ser profeta en su tierra dos siglos después de venir al mundo en una casa solariega de Shrewsbury y 150 años después de publicar 'El origen de las especies' (1859). Basta echar un vistazo si no a los fastos que diversas instituciones ultiman para 2009 y que incluyen un sello de correos, dos largometrajes, un nuevo museo, dos grandes exposiciones y diversos simposios sobre su figura.
Sin embargo, no se puede decir que el poso de los años haya convertido a Darwin en una figura exenta de polémica en el Reino Unido. En parte por el afán misionero de quienes se oponen a sus teorías y en parte por la vehemencia de algunos de sus defensores.
Es esta pugna la que ha convertido a Darwin también aquí en signo de división. La última vez cuando Michael Reiss -científico y sacerdote- dijo que las teorías creacionistas deberían explicarse en las clases de Ciencia de los institutos.
Reiss es un darwinista convencido y su intención no era cuestionar la teoría evolutiva sino contextualizarla para aquellos alumnos educados en entornos creacionistas. Sin embargo, sus palabras desataron tal clamor en la comunidad científica que Reiss tuvo que dimitir de su cargo en la Royal Society.
En el otro extremo del creacionismo, se hallan los defensores militantes de las teorías de Darwin. El más conocido, el británico Richard Dawkins, que acaudilla hoy aquí el rostro más afilado del darwinismo. Aquél que no se detiene en las fronteras de la biología y aplica las ideas de Darwin a la política, la sociología, la psicología o el arte.
Conocido como darwinismo social, es un terreno movedizo estigmatizado durante décadas por sus concomitancias con el Holocausto y la eugenesia nazi, pero recuperado hoy felizmente para la ciencia por los hallazgos de un puñado de sociólogos y genetistas.
Investigaciones polémicas
Hace unos días,
The Economist respaldaba en un artículo esa extensión social de las teorías de Darwin y criticaba a aquellos intelectuales que han actuado «como si la evolución se hubiera parado en el cuello, como si la anatomía humana hubiera evolucionado genéticamente y nuestra conducta estuviera, sin embargo, determinada por nuestra cultura».
El semanario acompañaba la reprimenda con los hallazgos de darwinistas de nuevo cuño. Algunos provocadores y políticamente incorrectos. Como el estudio que demuestra que las mujeres de mediana edad cobran aún menos que los hombres porque optan conscientemente por empleos menos remunerados y que dejen más tiempo para sus hijos. O aquél que dice que la inmensa mayoría de los crímenes de nuestras sociedades los cometen jóvenes machos por dinero o por amor: es decir, por el doble motivo darwiniano de la reproducción y la supervivencia.
Asuntos que dan idea del alcance actual de la teoría evolucionista, pero que difuminan al ser humano que la creó, un hombre agnóstico, familiar y dotado de una extraña bonhomía. Adolescente borrachín y disoluto, Darwin se convirtió parajódicamente a la ciencia cuando estudiaba para cura en un seminario y no perdió la fe hasta que vio morir a su hija de tuberculosis.
Su formidable trayectoria la celebran ahora sendas exposiciones en el Museo de Historia Natural y en la Biblioteca Británica. La primera es la más ambiciosa e incluye especímenes nunca vistos. La segunda aporta luz sobre la vida personal de Darwin, mostrando una colección de escritos que desde el año pasado
se pueden revisar online.
Pero el plato fuerte del bicentenario será la reapertura del caserón donde el científico vivió durante 40 años. A la espera de ser declarado Patrimonio de la Humanidad, Down House conmemorará el bicentenario mostrando sus tesoros de nuevo a partir del 12 de febrero y abriendo una exposición que incluirá una recreación del camarote de Darwin en su viaje iniciático del Beagle.
Extras que acentuarán el aura de la casa. Un paraíso de la mitomanía científica donde uno se puede asomar a los invernaderos de orquídeas donde Darwin dio forma a su teoría, encaminarse por el sendero de arena por el que paseaba con su terrier, revisar el pupitre donde escribió 'El origen de las especies' y fotografiar la habitación donde jugaba al billar con su mayordomo.