15.10.07

La genética desvela cómo es la vida en el fondo del mar

EL PAÍS .A. R. - Madrid - 10/10/2007

Las técnicas más avanzadas de análisis genético han descendido al fondo del mar para estudiar y comparar miles de microorganismos que viven en las fumarolas que emergen del subsuelo oceánico. Un equipo estadounidense lo ha hecho, ha utilizado estas técnicas para desvelar la estructura de poblaciones de microorganismos en dos fumarolas que emergen del volcán submarino Axial Seamount.

Han hecho casi un millón de secuencias genéticas de muestras de bacterias y de archaea (dos de los grandes reinos de la vida) y no sólo han descubierto especies nuevas y una enorme diversidad (más de 37.000 tipos de bacterias y 3.000 diferentes archaea). También han visto que las poblaciones son notablemente distintas, pese a que las dos fumarolas están a menos de tres kilómetros de distancia una de otra, debido a las condiciones geoquímicas diferentes.

"De la mayoría de estas bacterias no se tenía noticia y cientos de ellas son tan diferentes de los microbios conocidos que sólo podemos identificarlos a nivel de filo", afirma Julie Huber, que lidera la investigación. "Está claro que es necesario hacer más muestreos de estas comunidades para determinar su auténtica diversidad".

Los investigadores, del Laboratorio de Biología Marina de Woods Hole y de la Universidad de Washington, dan a conocer los resultados de su investigación en el último número de la revista Science. El Axial Seamount está a unos 450 Kilómetros de la costa de Oregón (EE UU) y a 1,5 kilómetros de profundidad, en el borde de la placa tectónica Juan de Fuca.

La estructura de poblaciones que emerge de los análisis genéticos indica que la diversidad es muy superior entre las bacterias que entre las archaea y el panorama general es que hay unas pocas poblaciones dominantes junto a miles de tipos de microorganismos de muy inferior abundancia de individuos. La estrategia empleada y técnica de análisis comparativo pasado en pequeñas subunidades de material genético, resulta muy prometedora, sugieren los científicos, para estudiar las comunidades microbianas en otros hábitats de gran diversidad.